Por dignidad, renuncia Armando Navarrete a Sedeso

Por Status | Martes, Febrero 4, 2014

Apenas dos meses duraron los acuerdos Luis Banck - Rafael Moreno Valle que motivaron al primero a regresar a Puebla para encargarse de la política social del gobierno del estado en la segunda mitad del sexenio.

Una de las condiciones inamovibles del hoy secretario era contratar a Armando Navarrete Cornejo, incondicional de Banck y experto en aterrizar con resultados concretos políticas públicas de alcance social.

Inclusive, el 27 de noviembre de 2013 fue nombrado “encargado de despacho” de la dependencia, en lo que Banck cerraba su ciclo en la empresa de seguros Metlife.

El miércoles pasado, Navarrete renunció.

No aguantó más.

El hilo se rompió ese mismo día, durante una reunión de gabinete con el delegado de la Comisión Nacional del Agua en Puebla, Germán Sierra Sánchez.

Navarrete acudió en representación de Luis Banck, quien tenía que viajar con urgencia a la ciudad de México para atender otros asuntos.

La función de la Sedeso en esa reunión, se limitaba a presentar una carpeta con la inversión autorizada en el programa de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento en Zonas Urbanas  (APAZU) y del Programa para la Construcción y Rehabilitación de los Sistemas de Agua Potable y Saneamiento en Zonas Urbanas (PROSSAPYS) para los municipios poblanos, y obtener su aprobación y palomeo.

Sin embargo, el mandatario exigió un diagnóstico detallado de la carencia de agua potable, municipio por municipio, algo en lo que prácticamente no se había trabajado en los tres años anteriores.

Al no obtener respuesta montó en cólera.

Iniciaron los insultos.

La gota que derramó el vaso fue la falta absoluta de proyectos por parte de la Secretaría de Infraestructura en materia de agua potable, lo que pone en riesgo 500 millones de pesos en programas del gobierno federal.

Siguieron los insultos, contra todo y contra todos.

El delegado Sierra sentía ya los bochornos naturales de la pena ajena.

De pronto, Navarrete y Juan Carlos Morales Páez, también subsecretario de Sedeso, fueron expulsados súbitamente de la reunión.

Los epítetos y las formas se las dejo a la imaginación.

Simplemente le comento que, en su carta de renuncia, Navarrete hace referencia a términos contundentes como “desplantes ofensivos”, “intolerancia” y otros más, igualmente reveladores.

Al final de la misiva, una recomendación a su jefe y amigo Banck:

“…tenemos espacio para seguir construyendo como tú lo pretendes en Puebla. Mis mejores deseos para que lo logres sin sacrificar tu integridad. Ésta y la dignidad son lo más valioso del ser humano, algo que tristemente muchos no conocen”.