Sindicalizados denuncian venta de plazas y aviadores en la Ssa

Médicos de la Secretaría de Salud (Ssa) del estado de Puebla fueron denunciados públicamente por trabajadores sindicalizados de encabezar una red de nepotismo y corrupción dentro de la dependencia, por supuestamente vender plazas y contratar a familiares como empleados “aviadores” en cuatro programas federales, en donde perciben salarios que van de los 7 mil 200 a los 18 mil pesos mensuales.

De acuerdo con la versión de los sindicalistas, las señaladas son las galenas María Elena Luna, del programa Violencia Intrafamiliar; Consuelo Morales Rojas, de Planificación Familiar; Lidia Baldovino Salas, de Arranque Parejo, y Araceli Martínez López, de Salud en la Mujer.

Los declarantes adelantaron que interpondrán una denuncia formal la próxima semana ante la Contraloría del estado, y que incluso ya pidieron por escrito la intervención del director de Salud Pública, Leandro Fernández Barrios, y del secretario estatal Roberto Rivero Trewartha.

Asimismo, demandaron la destitución de las cuatro titulares de los programas de salud federal, quienes –dijeron– vienen realizando tropelías desde sus puestos de trabajo en los últimos cinco años.

Sobre las cuatro médicos informaron que también pesan acusaciones de hostigamiento laboral, tráfico de influencias y maltrato a los subordinados, señaló la fuente, que pidió el anonimato ante la ola de represión que padecen de la autoridad estatal.

Aseveraron que el grupo de médicos es respaldada por la doctora Zafiro Andrade Romo, originaria del estado de Jalisco y de 27 años de edad, quien tiene escasas semanas al frente del Departamento de Salud Reproductiva en la Ssa estatal.

Informaron que la doctora Baldovinos Salas, responsable del Programa de Arranque Parejo, contrató a su hermana Lourdes Valdovinos Salas con un sueldo mensual de 10 mil 700 pesos.

Además, agregaron, metió a la nómina de la Ssa a su sobrina Esmeralda Sánchez Valdovinos con un salario de 10 mil 700 pesos mensuales, a quien la mantiene de “aviadora”.

Por su parte, indicaron que la “mano derecha” de Baldovinos, Rosaura Cervantes Contreras, también fue favorecida con la contratación de su familia.

En el mismo programa de Arranque Parejo revelaron que labora Alicia Cervantes Contreras, hermana de Rosaura, con un sueldo de 17 mil pesos al mes; su sobrina Adriana Cervantes Espinosa, con un salario de 10 mil 700 pesos, a quien acusaron de pagarle solo por traer desayunos y mandados de la directora.

A la lista de supuestos “aviadores” sumaron a Xóchitl Yahuitl Cervantes, con un salario de 10 mil 700 pesos mensuales, quien también es hija de Rosaura Cervantes. Todos los mencionados están “laborando” en la ciudad de Puebla

En el caso de la médico Araceli Martínez López, al frente del Programa Salud de la Mujer, informaron que contrató a su esposo Alexander Vladimir Callejas con un sueldo de 18 mil 551 pesos mensuales, quien no labora en la secretaría pero recurre a la justificación con memorándums que le firma el jefe de Departamento.

También denunciaron que Alexander utiliza los vehículos oficiales y gasolina del programa de salud para uso particular.

Precisaron que en el caso de la médico María Elena Luna Ruiz, a cargo de Violencia Intrafamiliar, contrató a su pareja Pablo Castañeda Araujo, con un sueldo de 9 mil 260 pesos, a pesar de que esta persona trabaja en el mismo horario en la Facultad de la UAP dando clases.

A esta persona, Pablo Castañeda, además lo señalaron de utilizar el vehículo oficial de la Ssa y la gasolina para ir y venir de la universidad, así como de exigir el pago de viáticos cuando realiza labores de la UAP.

Indicaron que María Elena Luna también dio empleo a su hermano Hugo Luna Ruiz, quien también utiliza el vehículo para trasladarse al municipio de Izúcar de Matamoros, donde se le asignó su labor. Sin embargo, dijeron que cuando se requiere de la unidad para otros servicios propios de la secretaría el argumento de la titular del programa es que el automóvil está en el taller.

Finalmente, expusieron que las galenas Araceli Martínez López y María Elena Luna Ruiz son personal homologado, y por observación derivada de una auditoría de hace dos años deben irse a su unidad de adscripción, que es el Hospital del Norte y el Hospital de San Pedro Cholula.

Refirieron que las señaladas no renuncian a la titularidad de los programas citados porque han tejido una red de nepotismo y corrupción, en su beneficio económico, del que sacan provecho ellas y sus familiares.