Cabalán estaría vinculado con 16 verificentros clausurados

Por La Jornada de Oriente | Martes, Abril 22, 2014

La ola de clausuras –desatada de marzo a la fecha– emprendida por el gobierno del estado alcanzó a 43 de los 85 centros de verificación que están concesionados en la entidad poblana, y destaca, que entre los establecimientos cerrados se encuentran 16 que están vinculados al titular de la Secretaría de Infraestructura, José Cabalán Macari, quien en total tendría 19 de dichas estaciones de monitoreo de emisiones contaminantes.

De los 16 centros de verificación vinculados a Cabalán que fueron clausurados, 15 están en el interior del estado y solamente uno en la capital.

Si las auditorías que se aplicaron a dichos establecimientos realmente se hubieran realizado en apego a la norma, se entendería la clausura de los establecimientos de Cabalán, los cuales siempre llamaron la atención por ser los que estaban en peores condiciones y tenían problemas de operación.

Sin embargo, atrás del cierre de dichos centros se encierra un juego perverso del gobierno del estado, pues se sancionan a los verificentros vinculados con Cabalán, para que al final los intereses de este funcionario sean altamente beneficiados. Me explico:

Hace dos sexenios, el entonces gobernador Melquiades Morales Flores, como parte de un pago de facturas políticas a la entonces dirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, le otorgó 19 concesiones de Centros de Verificación a la familia de Jorge Kahwagi Macari, quien ya desde entonces dominaba el negocio de los verificentros en el Distrito Federal y el Estado de México.

A partir de que el gobierno melquiadista benefició a Kahwagi apareció un primo de este empresario como administrador y copropietario de esos negocios. Ese pariente es José Cabalán Macari, quien en ese entonces no tenía ninguna presencia ni en la política ni en algún nivel de gobierno.

Hasta mediados del gobierno de Mario Marín Torres, Cabalán siempre apareció ante autoridades estatales y la Asociación de Centros de Verificación como representante o copropietario de las 19 estaciones en cuestión.

Esa función la dejó de hacer Cabalán cuando en el sexenio pasado fue nombrado por Elba Esther Gordillo Morales como presidente estatal del Partido Nueva Alianza (Panal), el cual es la fuerza política del magisterio.

Al tomar las riendas del Panal, Cabalán se retiró de la representación pública de esos centros de verificación, y en su lugar puso a uno de sus hombres de confianza, de nombre Osvaldo Pérez.

En el actual sexenio, la relación con Osvaldo Pérez se ha mantenido intacta, ya que por intervención de Cabalán el primero de éstos personajes fue funcionario de la extinta Secretaría de Administración y actualmente es director de Licitaciones y Adjudicaciones de la Secretaría de Finanzas y Administración.

Entre los propietarios de Centros de Verificación es un secreto a voces que los 19 verificentros antes mencionados y concesionados en el gobierno de Melquiades Morales, nunca han dejado de pertenecer al boxeador y ex presidente nacional del Panal,  Jorge Kahwagi, y a su primo, José Cabalán.

Ahora el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas ha emprendido una ola de clausuras contra varios de los mejores centros de verificación en el estado, con la principal característica de que lo hace aplicando auditorias que se salen de la norma y utilizando estrategias tramposas, como es argumentar que los negocios no cuentan con un refrendo de funcionamiento, el cual la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial nunca les entregó, y sin sustentar porque negaba dicho permiso, que se renueva cada año.

Esa estrategia tiene como propósito, tal como se ha mencionado en varias ocasiones en esta columna, el volver a concesionar los centros de verificación clausurados y que estos acaben en manos de grupos empresariales vinculados a la familia Kahwagi, que guarda una amistad cercana con el gobernador.

En el caso específico de los 16 centros de verificación que son propiedad de Kahwagi y Cabalán se intuye que se estarían clausurando como una manera de que se puedan desprender de esas estaciones que estaban en municipios poco rentables, ya que el negocio de esta actividad tiene mayor fuerza en la capital y sus zonas conurbadas.

Y en el nuevo proceso de volver a otorgar concesiones de centros de verificación, se de por sentado que saldrán altamente beneficiados Kahwagi y su primo, con establecimientos en lugares mejor ubicados y donde esta actividad tiene la mayor rentabilidad.

La estrategia que siempre ha utilizado Kahwagi es utilizar prestanombres para aparentar que no está acaparando los centros de verificación.

Con ese esquema, será muy difícil probar que Cabalán y su primo Kahwagi serán los principales beneficiarios cuando el gobierno vuelva a entregar nuevas concesiones de verificentros.

En espera de los amparos

Se espera que a más tardar el jueves se resuelva el primer juicio de amparo que se inició contra la clausura de los centros de verificación.

Solamente 15 propietarios han recurrido a la vía de la justicia federal, pero no lo han hecho en bloque, al privar las divisiones y desconfianza entre los empresarios del ramo.

El principal argumento es que el gobierno del estado violó sus derechos debido a que no les otorgó los refrendos de funcionamiento, pero si les dio papelería oficial para que pudieran funcionar durante varios meses, lo cual en los hechos era un permiso para que operaran sin problemas.