Gali, mejor candidato que Cabalán a la minigubernatura

Por Intolerancia | Martes, Abril 22, 2014

Mucho se ha escrito en las últimas semanas sobre la minigubernatura y de cómo la principal carta del morenovallismo para cumplir con esa encomienda es el actual secretario de Infraestructura.

El pasado lunes 3 de marzo, en este mismo espacio, narre cómo existe la línea para que “Caba” —como le dice el gobernador— sea apoyado por toda la estructura estatal, para que se convierta en el candidato a la minigubernatura, ya bajó y todos, sin excepción, deben trabajar para posicionar al elegido.

Es evidente que quieren repetir la misma fórmula que de manera exitosa convirtió a Antonio Gali en el alcalde de Puebla capital.

Sin embargo, el actual secretario de Infraestructura está muy lejos de tener las cualidades de Gali, quien se convirtió en un candidato con amplio potencial electoral.

Aunado a este escenario, sumemos un posible triunfo de Ernesto Cordero en la contienda interna del PAN. De facto, el Señor de los Cerros ya no sería el candidato a la presidencia en 2018.

Sin embargo, hay un escenario —que quizá ya pasó por la mente del actual inquilino de Casa Puebla—, siempre y cuando Gustavo Madero no logré la reelección. La propuesta sería modificar, una vez más, la Constitución del estado y la Ley Electoral del Estado de Puebla, para desaparecer la minigubernatura y proponer un gobernador de cuatro años ocho meses.

En este escenario, Moreno Valle podría mandar a su mejor carta, quien en estos momentos es Antonio Gali y le garantizaría mayores posibilidades de victoria, toda vez que el alcalde goza de un fuerte capital político electoral.

Este movimiento le generaría al actual grupo político en el poder la supervivencia, toda vez que el sueño presidencial morenovallista se postergaría hasta el 2024; además, el actual gobernador buscaría para 2018 un lugar en el Senado. Ya instalado en su escaño trabajaría de la mano de Gali Fayad para catapultar su imagen y alcanzar el anhelado sueño.

De considerar dicho escenario, el Señor de los Cerros tendría una sucesión tranquila y espantaría todos los fantasmas, llámense cuentas públicas, la venganza del Yunque, la sombra de Blanca Alcalá y el retorno del priismo al estado.

De lo contrario, de seguir con el plan A, el morenovallismo enfrentará un escenario complicado y de mucho desgaste. La dirigencia de Ernesto Cordero le pasará factura y sus aliados valorarán una posible alianza con él. Por su parte, el PRI apuesta por recuperar la plaza y mandará a su mejor carta, tanto para la minigubernatura como para la elección del 2018; claro, con la bendición desde Los Pinos.

En la casona de Los Fuertes valoran los posibles escenarios; el panorama se complica para el actual grupo en el poder, toda vez que hay heridas en diferentes frentes. Las cartas están sobre las mesas y el Señor de los Cerros baraja su futuro político.