Aún en sepelio de menor, pobladores demuestran su coraje contra el gobierno

Por Intolerancia | Miércoles, Julio 23, 2014

En el sepelio, pobladores explotan contra el gobernador Moreno Valle, a quien responsabilizan de la muerte del pequeño.

La despedida de José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo se convirtió en una especie de “catarsis” donde centenares de pobladores desahogaron su coraje en contra del gobierno del estado y exigieron un juicio político contra el gobernador Rafael Moreno Valle.

El entierro y la misa terminaron siendo un mitin político en reclamo por la muerte del niño de 13 años de edad, actos a los que acudieron poco más de 2 mil 500 personas, con decenas de pancartas.

Incluso, la ceremonia religiosa fue interrumpida minutos antes de que concluyera, por reclamos al mandatario estatal, luego de la muerte del menor presuntamente herido por una bala de goma.

El niño estuvo 10 días hospitalizado al ser lesionado en la cabeza durante una manifestación por el regreso del Registro Civil, hasta que finalmente se detuvo su corazón.

Los vecinos del lugar aseguran que la lesión fue producto de una bala de goma. Las autoridades estatales se mantienen en la postura de que fue un cohetón de los mismos manifestantes en el enfrentamiento con policías estatales.

Al concluir la misa, uno a uno de más de 20 personas, entre presidentes auxiliares, diputados, un senador y, sobre todo, vecinos, tomaron el micrófono para hacer reclamos por la recuperación del Registro Civil y la muerte de José Luis.

Entre la ceremonia religiosa y el mitin político de reclamos, pasaron cerca de tres horas, pero ninguno los concurrentes dejó la explanada junto a la presidencia auxiliar de Chalchihuapan, y eso que la mayoría de los asistentes fueron niños y mujeres de edad avanzada, casi todos indígenas humildes.

Por el contrario, cada exigencia al gobierno estatal parecía que los llenaba o alimentaba de energía para explayarse y hacer así más y más reclamos de justicia.

Ni siquiera el mariachi Imperial, oriundo de la localidad, ni los niños con rosas en mano se separaron del lugar, todos escuchaban atentamente los reclamos de la renuncia del mandatario, los que apoyaban con aplausos o gritos.

Los momentos de despedida del féretro de José Luis fueron los más fuertes, lágrimas al por mayor, tristeza y llanto inundaron la zona.

Todos por igual, niñas y niños compañeros de su secundaria, mujeres de edad avanzada, así como decenas de hombres, lloraban con un sólo sentimiento, el de justicia.

Así, José Luis ahora es clamado como el estandarte de la lucha de todas las comunidades de Puebla, quienes ya no sólo piden el regreso del Registro Civil, sino ahora el del regreso de la dignidad.

La despedida

“No sólo se murió José Luis, nos morimos todos”, fue el clamor más angustiante de una pequeñita compañera de su escuela secundaria, al tomar el micrófono sin miedo, para protestar del fallecimiento de su amigo.

También el grito desgarrador de Araceli Bautista, madre del presidente de la junta auxiliar de San Bernardino Chalchihuapan, arrancó muchas lágrimas de los concurrentes por su clamor de justicia y de paz.

Relató llorando las horas que pasó en el Hospital General del Sur de Puebla capital, junto con Elia Tamayo, madre de José Luis.

“Sé que toda mi familia está en peligro”, lanzó en gritos al tomar el micrófono a los pies del ataúd blanco que portaba el cuerpo del niño, donde señaló a las autoridades estatales que no sean cobardes y los dejen en paz.

“Todo porque querían que ella firmara, que su abuelita firmara, el hostigamiento de los oficiales fue mucho”, indicó al decir que ni siquiera querían entrar a las instalaciones del hospital, por “temor a no salir”.

“Hubo un día donde nos dijeron que iba a empezar a llover, por lo que nos quisimos meter con las cobijas, y dijeron cuando entramos que había llegado una plaga de chinches garrapatas y piojos, eso no se vale”, dijo llorando y preguntando el porqué de la discriminación.

“¿Por qué tenemos que estar replegados? Sólo pedimos justicia, no le pedíamos las perlas de la vida, sin embargo, él mato a esta criatura, no se vale tanta injusticia. Tengo a mis hijos y me duele”, señaló entre sollozos y gritos.

“Estoy con ella (Elia Tamayo) porque tengo mucho dolor y coraje con esos doctores que decían en términos médicos mil cosas”, explicó que desde el lunes de la semana anterior le quitaron los sedantes al niño, para hacerle estudios en el cerebro.

“No nos volvieron a decir que ya se los habían quitado hasta que murió. El día viernes nos dijo que el lunes le quitaron el medicamento, querían ese día que Elia o su abuelita firmarán exculpando a los policías. Iban entre cinco y 10 personas siempre. ¡Ya déjennos!, les decía, pero para ellos sólo éramos política”, siguió en su llanto.

“Nos decían ‘qué quieren, lo que quieran’, creen que puede comprar vidas, están equivocados, la vida sólo la da Dios. Déjanos en paz, deja en paz a nuestras familias”, imploró al mandatario estatal.

Posteriormente, hizo un llamado al pueblo de Chalchihuapan, a dejar las diferencias. “¿Acaso no les duele José Luis?”, dijo al pedir unidad, y es que este poblado está dividido entre simpatizantes de Antorcha Campesina y la organización denominada Los de Abajo.

“El día de la manifestación yo personalmente hablé con no se sí sea comandante o lo que sea, le dije déjanos, no estamos haciendo nada; le dije que nos dejara dos horas más, que nos íbamos a ir a las 4 de la tarde.
”Pero el comandante miró su teléfono y dijo, ‘no puedo es una orden’, tienen cinco minutos para irse, pero ya los teníamos empujando, yo tenía una niña, le dije espérate y nos empezaron a empujar a todos. ¿Acaso eso es diálogo? No sé quién lo hizo, pero no se vale”, dijo.

“Hasta hoy no he dicho nada porque tengo temor a represalias, pero aprendí a tener valor por ella (Elia), porque la acosaban. No estoy cansada ni tengo miedo, aunque sé que algo le pueden hacer a mi hijo”, dijo.

“Está salvando una nación, José Luis está salvando una nación y no sólo a Chalchihuapan”, terminó para seguir llorando.

El juicio político

Cuando tomó el micrófono, el senador de la República Luis Sánchez Jiménez anunció que se impulsará un juicio político en contra del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, ante la muerte del niño José Luis Tlahuatlie Tamayo.

El legislador, también vicepresidente de la mesa directiva del Senado, ante los pobladores de San Bernardino Chalchihuapan, antes del sepelio del menor, señaló que debe “caer la cabeza” del mandatario poblano.

Al final de más de una hora y media de discursos, el senador del Partido de la Revolución Democrática sentenció que la muerte de José Luis no se puede quedar así: "No están solos, estamos aquí un grupo de legisladores para apoyarlos".

Mostrando una bala de goma, afirmó que es lo que asesinó al niño de 13 años, lo que señaló está prohibido en México, por lo que se buscará el juicio político señalado.

Acusó además que quienes resultaron lesionados en el enfrentamiento del 9 de julio los han estado amenazando para que no demanden o denuncien ante el Ministerio Público y no haya una sola queja.

“Mando a amenazar a los heridos como también estuvo presionando a doña Elia, su abuela y al padre de José Luis. Quiero reconocer la valentía de la señora Elia, por enfrentar a todos los que fueron a presionarla y no aceptó nada para firmar, ni acepto el dinero; nos pone el ejemplo a todos, por eso con estricto apego a la libre manifestación pacífica, como era esa manifestación, organizados tenemos que actuar”, sentenció el legislador.

“El gobernador mandó una iniciativa para echar atrás su ley Bala, con lo que quiere apaciguar al pueblo, decir ‘me confundí, exageré, ahora me arrepiento’, esos son sus razonamientos. Yo digo que ya está marcado por la muerte y brutal represión que se da en todos los municipios de Puebla. Esta noticia está ya a nivel nacional, es justamente una nota de todo el país.

”Vamos a promover un juicio político contra Moreno Valle o nunca o se va, vamos a impulsarlo en el Senado, no vamos a someternos a presiones, dinero y chantaje”, dijo para posteriormente reafirmar en entrevista que ya cuenta con el apoyo de su bancada y algunos otros senadores como Manuel Bartlett, del Partido del Trabajo.