Casa Puebla pretende que Piña Kurczyn sea diputado por Teziutlán

Por La Jornada de Oriente | Jueves, Agosto 28, 2014

Desde Casa Puebla se ha mandado la orden a todos los dirigentes, grupos y estructuras del PAN en el distrito electoral III, con cabecera en Teziutlán, que se reciba con agrado, se escuche con atención y se promueva con entusiasmo la figura de Juan Pablo Piña Kurczyn, el hijo del ex gobernador Mariano Piña Olaya, ya que se pretende que se convierta en candidato a diputado federal por esa demarcación.

Juan Pablo Piña es un político hibrido, ya que no guarda lealtad a ninguna fuerza política, pues en muy poco tiempo pasó de ser presidente de la Fundación Colosio del PRI a estar, por segunda vez, ligado a los intereses del gobierno panista de Rafael Moreno Valle Rosas, y ahora se pretende que sea candidato del albiazul, un partido que durante muchos años acusó a su padre, Mariano Piña Olaya, de ser el peor gobernador de Puebla de las últimas décadas, a tal grado que empresarios ligados a Acción Nacional buscaron que se enjuiciara al ex mandatario recién acabó su periodo.

Nada impide que Piña Kurczyn busque ser candidato a un puesto de elección popular, es un legítimo derecho que tiene este personaje. Lo que se cuestiona es que para ese propósito esté utilizando recursos públicos del Poder Ejecutivo.

Se dice que “el niño Piña”, tal como algunos lo conocen, ha empezado a visitar la región de Teziutlán y para trasladarse a esa parte de la Sierra Norte estaría utilizado un helicóptero del gobierno del estado.

No es la primera vez que ocurre un escándalo con una aeronave del Poder Ejecutivo en torno al hijo del ex gobernador. Cuando inició el actual sexenio y el junior Piña Kurczyn ocupaba el cargo de secretario de Servicios Legales y Defensoría Pública del gobierno del estado, se accidentó en Tehuacán al caerse de una motocicleta, lo cual le provocó una lesión en una pierna, misma que no ponía en riesgo su vida ni había la posibilidad de que perdiera su extremidad, sin embargo se dispuso que un helicóptero oficial lo trasladara hasta el hospital Ángeles de la ciudad de Puebla.

Mientras todos los días en los hospitales públicos de Puebla hay niños, mujeres y ancianos con lesiones o en condiciones graves de enfermedad en espera de horas o días de que les asignen una cama o una ambulancia para un traslado, a Juan Pablo Piña lo trasladaron de Tehuacán a Puebla haciendo gala de privilegios y con carácter de urgente, utilizando para ello un helicóptero que supuestamente está destinado al área de Protección Civil.

Como parte del proselitismo político que ha empezado a realizar, disfrazado de labor como funcionario público, Juan Pablo Piña hace unos días estuvo en Teziutlán para dar inicio a las labores de rehabilitación de la carretera Hueytamalco–Tenampulco, y al mismo tiempo encabezó un acto en el cual se entregaron mil 985 tabletas electrónicas a igual número de alumnos de escuelas primarias de la región.

Frente a esos hechos es fundamental preguntarse: ¿qué justifica que Piña Kurczyn se presente en Teziutlán a iniciar proyectos carreteros y entregar aparatos electrónicos a escolares? La respuesta es que nada lo justifica, toda vez que su cargo no abarca el tema de la obra pública o actividades con carácter educativo.

El pasado 3 de agosto el hijo del ex gobernador por segunda vez volvió a ser nombrado parte de la estructura del Poder Ejecutivo estatal, y para ello lo nombraron jefe de la Oficina del gobernador, cuyas funciones son supervisar proyectos estratégicos, dar seguimiento a compromisos –no se dice qué clases de compromisos– y “privilegiar la coordinación interinstitucional”, siendo este último concepto algo incomprensible.

En resumen se le dio un cargo sin definiciones claras al hijo del ex gobernador para que pueda usar el presupuesto oficial y hacer proselitismo político a expensas del Poder Ejecutivo.

Antes de ello, el hijo del ex mandatario Piña fue parte de la estrategia mediática del gobierno del estado para intentar salir de la crisis política que se provocó por la represión al pueblo de San Bernardino Chalchihuapan, ya que sin tener un cargo que justificara su intervención se presentó en una reunión –convocada por el gobernador Moreno Valle– para sostener, ante un grupo de periodistas, la inverosímil versión de que el niño José Luis Tehuatlie Tamayo había muerto por una onda expansiva de una explosión, provocada por la gente de ese pueblo, pese a que existen evidencias de que fue una bala de goma de la Policía Estatal.

Muchos se preguntan por qué se le está dando un trato privilegiado a Juan Pablo Piña, luego de no aguantó mucho tiempo permanecer en el gobierno del estado al arranque del actual sexenio y fue notoria su mala relación con Fernando Manzanilla Prieto, quien fue el primer secretario general de Gobierno de la administración morenovallista.

La respuesta es muy simple: el gobernador, luego de la crisis de Chalchihuapan, quiere restablecer viejas alianzas y una de ellas es con la familia del ex gobernador Mariano Piña Olaya, además de tener un interlocutor con la Comisión Nacional de Derechos Humanos –que investiga la muerte de José Luis Tehuatlie Tamayo– en la figura de Juan Pablo Piña, quien fue visitador de ese organismo.

Además de que es un secreto a voces que Juan Pablo Piña ha sido el autor –por medio de una consultoría– de la mayor parte de los proyectos de leyes que ha aprobado el Congreso local y son violatorias de los derechos humanos. El hijo del ex mandatario ha negado esa situación, pero entre los corrillos del gobierno del estado se comenta que esa situación le ha permitido granjearse la estima del jefe del Poder Ejecutivo.

Por eso se está buscando colocarlo como candidato de cualquier partido que admita a un político hibrido.