Filtra diario La Razón que cohetón mató a niño de Chalchihuapan

Por La razón | Viernes, Agosto 29, 2014

El gobierno federal determinó que José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, de 13 años de edad, murió a causa de una herida en la cabeza provocada por un cohetón lanzado por alguna persona que formaba parte del grupo que se enfrentó a policías durante la manifestación de Chalchihuapan, Puebla, el pasado 9 de julio.

Los dictámenes obtenidos por La Razón a través de la Ley de Acceso a la Información Pública indican que el menor no recibió ningún impacto de bala de goma, ni lata de gas lacrimógeno, ni de un proyectil de arma de fuego.

El peritaje, elaborado por la División Científica de la Policía Federal, fue avalado por la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), participaron 12 expertos en distintas disciplinas, adscritos a la Coordinación de Criminalística y contiene nueve dictámenes: en mecánica de lesiones, en materia de química forense y explosivos, física, de cronología, dos técnico científico en materia de voz, psicocriminodelictvo basado en los videos captados ese día y dos opiniones técnicas.

De acuerdo con el dictamen de mecánica de lesiones, elaborado por el analista de medicina forense, Mario Arturo Álvarez Torrecilla, lo que golpeó al menor de edad no pudo ser una bala de goma, como lo aseguran los manifestantes, encabezados por la diputada federal del PRD, Roxana Luna Porquillo.

Esto debido a que las heridas producidas en la cabeza del niño provienen de un elemento con capacidad “de generar un foco de explosión para producir una onda expansiva”; es decir, un cohetón.

El mismo experto descartó que a José Alberto Tehuatlie lo hayan herido de un balazo.

En su dictamen concluyó: “no hay datos de esquirlas o de ningún otro elemento que pueda condicionar o vincular con un proyectil de arma de fuego o con algún otro elemento disuasivo o que deje algún tipo de material tipo esquirla, ni por las características del orificio ni por la presencia de elementos que lo infieran”.

La investigación contiene fotografías (también en poder de La Razón) de la lesión y fractura en el cráneo del menor, las cuales son idénticas a las que, el mismo día, un cohetón provocó en el casco de un elemento de la Policía estatal que debió ser atendido en un hospital por el impacto que recibió.

El estudio federal incluye también un análisis “técnico-científico” de cuatro voces que aparecen en una grabación captada instantes después de que el menor fuera herido.

En estas conversaciones, se escucha a los manifestantes que estaban cerca de él, lamentarse entre ellos por lo sucedido, pero nunca achacándolo a los agentes de la policía.

“Le dieron a un niño”, “Mataron al cha…”, “Lárguense de acá…”, “Qué hicieron hijos de su…” y “Conste... van a ver”, entre otras expresiones se transcriben en el dictamen federal.

Del resultado de este análisis se desprende que “posiblemente aquel que realizó la conducta violenta en contra del niño se encuentre en el mismo grupo de participantes en el video, ya que del discurso no se desprenden elementos que trasladen la autoría de la conducta realizada hacia una persona ajena”.

Agrega que existen “expresiones que reflejan un probable encubrimiento tanto de la(s) persona(s) como de la conducta(s)”.

El reporte cuenta además con una cronología exacta de los hechos y una filmación sobre el momento en que policías estatales se enfrentaban con un grupo de manifestantes.

De ellas se desprende que a la hora en que el menor fue herido (tiempo probable entre las 14:33 y las 14:38), los agentes de la policía trataban de defenderse a una distancia de al menos 100 metros.