Efecto Ayotzinapa alcanzó a RMV y PRD exige renuncia de Rosas

Por La Jornada de Oriente | Miércoles, Octubre 22, 2014

Muy tarde, pero al fin, la dirigencia estatal del PRD asumió la postura que debe tener cualquier organización que se precie de ser verdaderamente de izquierda, y criticó el autoritarismo y abusos cometidos por su todavía aliado, el gobernador panista Rafael Moreno Valle Rosas, contra el pueblo de San Bernardino Chalchihuapan.

Da coraje recordar la pusilánime posición que asumió el perredismo burocrático poblano cuando se perpetró la represión de la policía morenovallista contra los vecinos de esa junta auxiliar de Ocoyucan el 9 de julio: hubo mutis en los liderazgos institucionales y hasta vergonzantes intentos de avalar la actuación de la fuerza pública desde la bancada que representa al sol azteca en el Congreso, pero en política las circunstancias determinan casi todo, y ahora la crisis que vive el PRD por el caso Ayotzinapa ha obligado incluso a los más obsecuentes morenovallistas a acatar la línea que parece haberse marcado desde el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) para no hacer defensas de lo indefendible, y mucho menos si se trata de abusos violentos de autoridad, como ha venido sucediendo en Chalchihuapan.

En efecto, fuentes oficiosas del perredismo nacional contaron a este columnista emergente que la condena hecha ayer por la dirigencia perredista en Puebla es parte de la estrategia marcada por “los Chuchos”, quienes ya han comenzado a resentir el costo político que les genera seguir apoyando la permanencia de Ángel Aguirre Rivero como mandamás de Guerrero.

Todo apunta a que la intervención del Senado para decidir sobre la desaparición de poderes en el vecino estado no llegará hasta ello, porque ya está decidida por todas las fuerzas políticas del país la salida del ex priista Aguirre.

Dicen los que esta especie transmitieron que en las ocho horas de discusión que tuvieron los líderes del PRD con sus homólogos del PRI y Acción Nacional el principal tema no fue la postergación del debate sobre la desaparición de poderes en Guerrero, sino el acuerdo para que sea otro perredista quien lo sustituya.

Los perredistas, priistas y panistas consultaban teléfono en mano con los dirigentes de sus partidos, con la mediación de la Secretaría de Gobernación.

El caso es que el efecto Ayotzinapa alcanzó al góber bala, Rafael Moreno Valle, porque la orden que se ha dado a todas las dirigencias locales perredistas desde el CEN chuchista es que cualquier abuso de autoridad o acto de violencia en el que se vean inmiscuidas autoridades perredistas o aliadas debe ser condenado, porque los benditos costos políticos ya están saliendo impagables.

Eso puede explicar lo sucedido el día de ayer en Puebla, cuando la dirigencia local criticó como se debe a su antiguo patrón, digo, aliado, Rafael Moreno Valle. En plena crisis nacional por lo sucedido en Ayotzinapa, el PRD, que va a elecciones sin el PAN el año entrante, no puede darse el lujo de seguir apoyando a un mandatario que se ha ganado a pulso el repudio de poblanos y muchos mexicanos.

Pero la cosa se puede poner peor para Moreno Valle, según las fuentes que esto relataron, porque la petición hecha por el PRI poblano este lunes para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación atraiga las investigaciones sobre la agresión en Chalchihuapan, estaría empezándose a preparar formalmente por la bancada del PRI en San Lázaro, y parece que ya hay guiños de ojo desde Los Pinos para que el PRD la acompañe con votos.

En la ecuación electoral que se ha trazado desde la presidencia, Moreno Valle sería un valiosísimo activo contra el PAN, pues siendo un gobernador en funciones, pero desacreditado por el rechazo que haría la CNDH al supuesto cumplimiento por la recomendación de Chalchihuapan, su caso se turnaría al máximo tribunal del país en pleno proceso electoral. De esta forma, el PRI mantendría su primer lugar como fuerza, seguido del PRD –que estaría librado de la mácula del para entonces defenestrado Ángel Aguirre– y el partido derechista se ubicaría como tercera fuerza política, seguida del Morena, al que los tres anteriores no quieren ver de cerca ni en pintura.

Al tiempo.