Buscadores de tesoros profanan tumbas en Guadalupe Victoria

Por El Sol de Puebla | Viernes, Octubre 24, 2014

San Antonio Canoitas, Pue.- Al menos cinco tumbas ubicadas en las afueras de la antigua iglesia de esta población, perteneciente al municipio de Guadalupe Victoria, han sido profanadas por los buscadores de tesoros, quienes sin respeto alguno de los cadáveres que fueron sepultados aproximadamente cien años atrás, les quitan los dientes de oro de las mandíbulas, para llevárselas y después venderlas en el mercado negro.

Práctica que está causando molestia entre la población pues aún existen nietos y bisnietos que en los días de fieles difuntos les llevan flores, pero ahora se encuentran con la tumba abierta y los huesos de sus familiares esparcidos por el lugar, afirmó el Juez Segundo de la comunidad, Vidal López López.

Las personas que vienen a realizar esta práctica -comentó López López- se debe a que en este lugar ya no habita nadie, pues se encuentra aproximadamente alejado 300 metros de la última casa de nuestra comunidad.

Además que está ubicado en plena montaña, en donde existen diversos caminos para llegar al antiguo panteón, sin necesidad de pasar por el pueblo, por eso es que no nos damos cuenta cuando llegan a profanar las tumbas, porque de otra manera el pueblo ya los hubiera parado debido a que es molesto ver cómo dejan sin dientes las mandíbulas y las tumbas abiertas, exponiendo los huesos al aire libre.

Esta práctica se realiza durante las noches en el lugar que se le conoce como Canoitas Viejo, en donde los buscadores de tesoros han realizado diversos agujeros en la tierra y en las paredes del templo que data del siglo XVIII, lo que ha deteriorado la imagen del lugar, así como la molestia de los descendientes de los difuntos que aún habitan en la comunidad.

Las leyendas de que en las poblaciones antiguas existe enterrado dinero, ha atraído a cientos de personas que durante las noches con algunos aparatos detectores de metales, realizan excavaciones en los lugares donde creen encontrar dinero no importándoles que con esta práctica destruyan las paredes del templo o dejen al descubierto cadáveres que ahora con el tiempo pueden generar enfermedades por los gases que despiden las sepulturas.