Escándalos no afectan al PRI y encuestas prevén que ganará en junio

Si hacemos caso a las primeras encuestas sobre intención del voto en las elecciones de junio próximo, llegamos a ocho conclusiones que cambiarían de manera radical la pluralidad en la Cámara de Diputados, en la segunda mitad del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Y es que, por increíble que parezca —y a pesar de la campaña nacional e internacional contra el gobierno de Peña Nieto—, el PRI podría resultar el gran ganador de la contienda de junio, según la más reciente encuesta de Parametría, publicada por El Financiero. ¿Tienen dudas?

1. Lo más llamativo de la encuesta —y pese a escándalos como la casa blanca y la campaña de medios nacionales y foráneos contra el gobierno de Peña— es que el PRI no pierde puntos en las preferencias del electorado, se mantiene con 32%, y según las tendencias incluso podría incrementar sus votos.

2. Además, en el caso del Partido Verde se confirma una tendencia que viene de lejos, ya que se consolida como la cuarta fuerza, con un crecimiento sostenido que lo coloca con 11% de las preferencias. Lo curioso, en el caso del PVEM, es que se trata de un partido “paraestatal”, “satélite”, si no es que apéndice del PRI. Por eso juntos, el PRI y el PVEM, suman 43% del electorado.

3. También a pesar de la guerra civil intramuros, en la misma encuesta el PAN sobrevive como la segunda fuerza —con 26% de las preferencias—, casi el doble de simpatías que tiene el PRD, pero también la mitad de la tendencia que muestran la suma del PRI y el PVEM. La sorpresa es que los azules siguen vivos a pesar de ellos mismos.

4. El segundo punto inédito de la encuesta —luego de que el PRI no sufre daños a pesar de la mala imagen presidencial—, es que después de muchos años regresa a México el indeseable bipartidismo. Es decir, que si se toma en cuenta que el PRI y el PVEM son un solo partido que tiene 43% de las preferencias, y a ese PRI se le suma el PAN, estamos hablando de un bipartidismo que podría concentrar el 69% de las preferencias electorales. Es decir, mayoría aplastante que beneficia al PRI sobre todos los partidos y que sería capaz de lo que le plazca.

5. ¿Y por qué el regreso al bipartidismo? Todos conocen la respuesta. Porque “en su papel de bobo útil”, Andrés Manuel López Obrador hizo el favor a Peña Nieto de fracturar al PRD —por años pilar del tripartidismo— y factor clave para echar al PRI del poder en el año 2000. Hoy, el PRD apenas llega a 13% de las preferencias, mientras que Morena tiene un sorprendente 9%.

6. En pocas palabras; el mejor aliado de “la mafia del poder” —que según AMLO está compuesta por el PRI-AN—, es el propio López Obrador, quien ya en 2012 le hizo el favor a Peña Nieto de anular a Marcelo Ebrard y demoler al PAN de Felipe Calderón. Hoy, AMLO hace el trabajo sucio al PRI y al gobierno de Peña Nieto al destruir al PRD, que históricamente fue la única oposición real.

7. Y gracias a Obrador, en la segunda mitad del gobierno de Peña Nieto la alianza PRI-PVEM-PAN tendrá votos suficientes para conseguir los dos tercios más uno de los diputados federales y, con ello, mover a placer la Constitución.

8. Está claro que en la próxima legislatura no existirá alianza entre el PRD y Morena —la izquierda y la nueva derecha—, y que esos dos partidos se sumarán a la chiquillería, con lo que queda del PT, MC, Panal y lo que sobreviva de Encuentro Social y Partido Humanista.

¿Alguien duda que López Obrador trabaja para fortalecer a “la mafia del poder”? Al tiempo.

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