En 4 años, ninguna mujer ha podido llegar al gabinete poblano

Por Intolerancia | Lunes, Marzo 2, 2015

Foto: Mireya Novo

A cuatro años, de manera somera se observa que no existe en el primer círculo de poder ni en las carteras del gabinete estatal la presencia de mujeres.

La precaria democracia poblana que halló en la alternancia del 2010 su propia justificación vive la resaca, a 4 años del nuevo gobierno, de sus propias aspiraciones democráticas.

El bono de gobierno y la credulidad que legitimó al grupo en el poder poco a poco se ha ido desgastando.

En la búsqueda del poder las pretensiones que permitieron al morenovallismo acercarse a distintos grupos sociales quedaron en el olvido. Algunos de los aliados del gobernador han virado ya sea a la indiferencia o ya sea a un sector más crítico y combativo.

En la campaña electoral del 2010, una de las principales ofertas electorales, fue la inclusión de las mujeres tanto en políticas públicas como en representaciones de relevancia en el gabinete.

La experiencia inicial de incluir en el gabinete como Secretaria de Desarrollo Social, a la panista, Miryam Arabian Couttolenc, exfuncionaria del gobierno federal en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, dio al traste meses después de su llegada con un escándalo prefabricado que la orilló a renunciar para colocar en su sitio a personajes ligados al morenovallismo.

El otro experimento de inclusión fallido fue el de la Secretaria de Medio Ambiente, Amy Camacho Wardle. La empresaria poblana, reconocida en el círculo empresarial y en el círculo social, se conservó en el gabinete hasta que sorpresivamente abandonó el puesto.

Su abandono se dio en medio de especulaciones sobre el trato inusualmente despectivo que recibió la activista y empresaria del reino animal, quien retornó a los proyectos de sus empresas.

Estas dos experiencias, de personajes mujeres aliadas, del gobernador al inicio de su administración exponen muy bien la fallida relación entre el gobernador y personajes de la sociedad civil, con capital político propio y una voz personal.

Pero a cinco años de manera somera se observa que no existe en el primer círculo de poder morenovallista ni en las carteras del gabinete estatal la presencia de mujeres y mucho menos de mujeres provenientes de la sociedad civil o representativas de sectores o grupos de mujeres empoderadas o con demandas de una agenda de equidad de género.

Este esquema se repite cuando se observa lo que ha sucedido con el Instituto Poblano de la Mujer (IPM) dependencia estatal que aunque no ha desaparecido ha visto menguado su participación social y se ha convertido en catapulta de aspiraciones políticas de menor grado. Verónica Sobrado dejará el Instituto para buscar una diputación federal por el distrito de Tehuacán por las siglas del PAN.

La visión en las políticas públicas del gobierno del estado en el tema de las mujeres sigue siendo tan o más conservadora como fue en los pasados sexenios priistas.

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“Estoy analizando perfiles. Lo que sí puedo anticipar es que habrá una mujer en el gabinete porque nos quedamos sin nuestras mujeres: estaba Paty Leal, ya es diputada; Myriam Arabian ya es regidora; Amy Camacho se regresó a la iniciativa privada, entonces tengo un déficit de mujeres en el gabinete”, reconoció Moreno Valle, recientemente.

Pero a menos de 2 años de que finalice el gobierno de Rafael Moreno Valle, la anunciada inclusión de mujeres en el gabinete estatal en cargos relevantes parece algo accesorio o accidental. Más aún cuando entre las promesas de campaña del entonces candidato aliancista se prometía la inclusión de las mujeres.

Las entronas

Este desprecio estructural hacia las mujeres se refleja también en la manera con que el gobernador y sus funcionarios se han relacionado con otras mujeres menos dóciles que sus aliadas.

Quizás los casos más sintomáticos de mujeres que no se han dejado arredrar por la cúpula estatal son las de Ana Teresa Aranda, Araceli Bautista, Elia Tamayo y Roxana Luna.

La panista Aranda disputó la candidatura al gobierno del estado con Rafael Moreno Valle. Aranda hizo su campaña interna recordándole a los panistas los antecedentes priistas del entonces senador, Rafael Moreno Valle.

Pero los panistas embelesados por conseguir el poder a como diera lugar desoyeron la prédica antipriista de Aranda.

Una vez que Moreno Valle llegó al poder Aranda retomó sus críticas y les recordó a los panistas la ausencia de militantes panistas en el gabinete estatal, puestos ocupados, por amigos del gobernador o por personajes vinculados al PRI.

Aranda tomó nuevos aires el año pasado cuando en la campaña interna por la dirigencia nacional del PAN, apoyó al opositor Ernesto Cordero.

Aranda aprovechó la campaña interna para denunciar los excesos del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, y denunciar la intervención del mismo a favor de Gustavo Madero, quien buscaba la reelección.

La panista intentó ser candidata a diputada plurinominal por el Partido Verde Ecologista en su afán por mantener sus críticas contra el autoritarismo de su compañero de partido.

La diputada del PRD, Roxana Luna, ha sido la voz más crítica en el Congreso federal sobre la actuación de Rafael Moreno Valle en políticas que van desde la persecución en contra de los mototaxistas, la represión en contra de los opositores a la construcción del Gasoducto Morelos, y la violenta represión en San Bernardino Chalchihuapan el 9 de julio.

La legisladora federal del PRD recogió las demandas de pobladores de la zona del volcán y de municipios circunvecinos y paulatinamente las quejas de los pobladores, en el tema de mototaxistas u opositores al metrobús, fueron creciendo.

El momento más intenso de su participación política se dio el año pasado cuando Roxana Luna Porquillo acompañó a los pobladores de San Bernardino Chalchihuapan para denunciar el uso de diversos proyectiles metálicos y gases en contra de pobladores el pasado 9 de julio.

La posición del gobierno fue acallar cualquier referencia al tema e intentó convencer que los pobladores fueron los violentos y no la policía estatal.

Lo cierto es que la posición de la legisladora y la movilización de pobladores y grupos sociales, además de la presión nacional e internacional orillaron a que la CNDH interviniera desmintiendo las versiones amañadas dadas a conocer desde un principio por el gobierno de Puebla.

Luna, más que sostener un “enfrentamiento” con el gobernador, ha denunciado los excesos del gobierno estatal ante la máxima tribuna legislativa.

El acompañamiento que ha hecho de los pobladores y movimientos sociales le ha ganado un respeto y una credibilidad de la que carecían los mismos diputados de izquierda lo que ha permitido la creación de distintas agrupaciones que exigen la liberación de los “presos políticos morenovallistas”, categoría que no acepta el gobierno de Puebla, a pesar de las evidencias en contra.

Mención aparte merecen los casos de las mujeres Elia Tamayo y Araceli Bautista. Bautista, madre del expresidente auxiliar de San Bernardino Chalchihuapan, Javier Montes Bautista, quien fue aprhendido por el gobierno estatal.

Bautista y Tamayo han hecho una mancuerna que se apoya mutuamente desde el día en que Elia Tamayo se enteró que su hijo había sido herido cuando regresaba de la escuela.

La mujer indígena, madre de José Luis Alberto Tlehuatle Tamayo, se ha vuelto el ícono viviente de lo que fue el 9 de julio, día de la violenta represión en San Bernardino Chalchihuapan.

Alejada de los reflectores, la madre de José Luis, ha levantado su voz en contra de los excesos del gobierno estatal.

Sin otra pretensión más que no dejar en el olvido la muerte de su hijo, asesinado por policías estatales que están libres, la señora Elia Tamayo desde que montó guardia en la explanada del hospital general, sin aceptar ni un vaso de agua, de los funcionarios estatales que la vigilaban hasta su participación en septiembre del año pasado en una marcha donde quemó un monigote del gobernador, Rafael Moreno Valle, se ha convertido, sin proponérselo, en todo lo que la modernización morenovallista ha traído consigo además de las calles de concreto hidráulico, la rueda de la fortuna y las ciclopistas en Angelópolis.

http://intoleranciadiario.com/detalle_noticia/130867/politica/claroscuros-de-la-participacion-politica-de-la-mujer-en-puebla