Antes de balear a policía, Yussef Tanús ya tenía un pasado criminal

Lo vi como quien pasea por el parque un domingo de verano, con el brazo sobre el fino cuello de una mujer espigada y ojos de gata. Bella y esbelta.

En la otra mano llevaba un vaso de Coca y el cabello casi rubio despeinado, sudado por los rayos del sol. Ambos se dirigían a una pequeña mesa sobre la cual había residuos de hamburguesas de Mc Donald’s recién degustadas.

Era una escena fuera de lo común por que no correspondía con el entorno del lugar: el patio de ingreso al penal de San Pedro Cholula. No era día de visita pero el rango en la escala social de ese interno le permitía privilegios que pocos podían pagar en esa cárcel.

Se trataba de Yussef Tanús y era una tarde de intenso sol en la calle que contrastaba con la frialdad de los pasillos que conducen a ese espacio carcelario en aquel 2014.

El sistema penitenciario en el que alguien con apellido y dinero todo puede comprar. O casi todo.

Lo pude ver y grabar con una cámara digital escondida entre la ropa, lejos del escrutinio de los custodios. Exhibir su altanería en esos momentos sería la única manera de forzar que este junior pagara como debía, la muerte de una mujer vulnerable.  

Es el mismo sujeto que una fuente de alto nivel confirmó ya entrada la noche, se trata del agresor con arma de fuego contra el agente vial de San Andrés Cholula, Iván Torres Díaz la madrugada del jueves 19 cuando intentaba imponer una multa por estacionarse en un lugar prohibido.

El presunto responsable de haber baleado al policía municipal es un homicida. Purgó una pena por un delito culposo luego de impactar su camioneta contra el automóvil de una madre soltera que trabajaba para Grupo Oriente, lo que hoy se conoce como AS Media y TV Azteca.

Ajeno al sentimiento de culpa, dueño del abolengo de su apellido y el dinero de su familia quiso evadir la responsabilidad de ese episodio de sangre que no sería el último en su desaforada conducta pública.

Cabilderos y testaferros intentaron por casi todos los medios que el autor de la orfandad de una menor de edad en esos años tocara la cárcel. No lo consiguieron por la presión de la gente indignada con el abuso prepotente del poderoso frente a la mujer indefensa y su familia sin más medios que sus aliados.

Y ocurrió en el sexenio siguiente, el de Mario Marín Torres. Ebrio volvió a impactar una camioneta lujosa contra un auto de policías judiciales con un episodio análogo al que se narró con anterioridad. Lo volví a encontrar escondido literalmente bajo un zarape en una celda oscura, allá en el área de Delitos Culposos.

Supe en primera persona que poseía el taller para autos de lujo Armenio 42, entre las calles 25 y 27 Poniente, en la colonia Volcanes. Pasados los años lo encontré más maduro y casado con la misma bella mujer que lo acompañaba en el penal de Cholula años antes.

En mucho tiempo no supe más de él, hasta ahora que se confirma dos cosas: sobre él hay una denuncia por violencia familiar y ahora buscado por el presunto ataque con un arma .380 contra un policía vial en San Andrés Cholula, otra vez ebrio. Origen es destino.

http://www.intoleranciadiario.com/detalleOpinion/4360/parabolica/el-pasado-de-un-homicida