Crece el costo y las fallas del Metro

Por La silla rota | Sábado, Abril 25, 2015

“Se realiza evacuación de usuarios, sin incidentes en TezozomocL6, al presentar corte de corriente” informó el Metro de la Ciudad de México a través de su cuenta de Twitter alrededor de las 14:30 horas del 21 de marzo pasado.

Las respuestas de los usuarios de la línea que transporta a 129 mil personas al día no tardaron en expresar la molestia por uno de los males que aqueja al Sistema de Transporte Colectivo Metro (STCM): las suspensiones provisionales del servicio sin aviso previo que en 2014 sumaron 33, las mismas que en 2013 y casi el doble que las de 2012.

“que raro la linea 6 con otro desperfecto y @JoelOrtegaCuevas de vacaciones sin hacer nada”, respondió el usuario @Farfan21; @CHIVON47 expresó “que raro eso nunca les pasa @JoelOrtegaCuevas ya son muchas no?” (sic); y otros más, como @Luiz_CT se quejaron así: “su puta madre, leyeron? SU PUTA MADRE!” (sic).

Según datos de la Dirección de Ingeniería y Desarrollo Tecnológico del Metro, en 2012 el Metro tuvo que suspender el servicio en 18 ocasiones por fallas mecánicas en alguna de sus 12 líneas. Un año después, ya con ocho suspensiones que sumó la recién inaugurada Línea 12, la cifra pasó a 33.

Para 2014 el número repitió y en lo que va de 2015, la red ha tenido que pedir a los usuarios que desalojen las estaciones por fallas en el servicio en siete ocasiones.

Línea 3 del Metro, es la que más falla

En los últimos tres años, la Línea 3 que corre de Universidad a Indios Verdes y que es la más utilizada de las 12 líneas que componen la red, con una afluencia diaria de alrededor de 650 mil personas, fue la ruta que más suspensiones del servicio registró.

De acuerdo con la respuesta a una solicitud de información del STCM, en 2012 dicha línea tuvo que suspender el servicio y pedir que los pasajeros salieran de sus instalaciones en dos ocasiones; en 2013, cinco; y en 2014, seis. Con lo anterior, dicha línea sumó 13 suspensiones del servicio por diversas fallas.

Le siguió la Línea 2 , de Taxqueña a Cuatro Caminos, que de 2012 a lo que va de 2015, suma 11 ocasiones en las que el servicio se ha tenido que suspender y los pasajeros retirados de las instalaciones.

Luego, la Línea 8 (Constitución a Garibaldi) y la 5 (Pantitlán a Politécnico) con 10 y nueve suspensiones del servicio respectivamente.

“El origen de las principales fallas de los trenes son principalmente en un 25% por equipos de tracción frenado, 17.5% de sistema de puertas, 10 % de equipos mecánicos del boguie, 10% de equipos de pilotaje automático, 9% de equipos de generación de energía y 9% de generación de aire”, respondió la Dirección de Mantenimiento de Material Rodante.

Las autoridades del Metro no tienen un estimado de cuántas personas han sido afectadas por las suspensiones, tampoco del impacto económico que representa la suspensión del servicio para los usuarios que tuvieron que abandonar las instalaciones y subir a camiones de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), con todo lo que esto implica.

“No cabemos todos y hay que buscar otras alternativas como taxis u otros camiones que de por sí ya van atascados. Cada que lo suspenden ya sabes que te vas a tardar por lo menos una hora en llegar a donde ibas”, dice Lorena, una joven estudiante de la Facultad de Medicina quien se ha vuelto una casi experta en estas contingencias.

“Por ejemplo, yo me junto con más estudiantes que vea que van para CU y les propongo que busquemos todos un solo taxi, lo pagamos entre todos. Eso representa un costo extra y sin saber cómo está el tráfico”, lamenta.

Rogelio, trabajador de una tienda departamental de la zona centro y quien diario hace el recorrido desde el sur asegura que las pérdidas por un día en que el Metro suspende el servicio llegan a ser, para él, de hasta 200 pesos.

“Si llego tarde mi jefe no me acepta como excusa que el Metro suspendió el servicio. Entonces tengo que agarrar un taxi y pagar lo que me cobre. Si no llego, como una vez pasó, pues me descuentan el día (…) el sueldo y las comisiones. Para sacar el coraje pues nada más te queda mentarles la madre (a los del Metro)”, afirma.

Bernardo Baranda, coordinador de la oficina en México del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés), asegura que las suspensiones en el servicio del principal medio de transporte en una ciudad como el Distrito Federal, definitivamente no son aceptables.

“Que el Metro se pare más de una vez cada dos semanas es un impacto a nivel de horas hombre. No es aceptable en un sistema de transporte público y menos para el sistema que representa la columna vertebral de la movilidad en el DF”, explica.

Para el especialista, cualquier medida que se toma cuando el Metro tiene que suspender el servicio, por ejemplo sustituir los trenes por autobuses de RTP es insuficiente.

“Las medidas de contingencia son insuficientes sobre todo si tomamos en cuenta el incremento del precio en el transporte. Además son medidas emergentes pero en detrimento de otras zonas porque RTP tiene un servicio ya establecido y necesita quitar autobuses en otros lugares para ayudar al Metro. Estamos resolviendo las contingencias sobre la marcha”, lamenta.

En diciembre de 2013 la tarifa del metro pasó de tres a cinco pesos con la promesa de mejorar el servicio. Los pasajeros siguen esperando.

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