Tanhuato, foco rojo que ya se había denunciado

Históricamente, el municipio de Tanhuato, donde este viernes se registró un enfrentamiento, ha sido víctima del choque entre distintos grupos criminales por el control de la plaza, una de las más importantes en la Ciénaga y el Bajío michoacano, lo que también se refleja en el abandono y falta de atención por parte de todos los niveles de gobierno, que parecen haber encomendado las tareas de gobierno a los grupos criminales de la zona.

Este municipio también tiene como antecedente la situación que se vive, la alta incidencia delictiva, así como el homicidio de Pedro Córdoba Aguirre, secretario particular del presidente de Tanhuato en 2013, y posteriormente del edil Gustavo Garibay García, en 2014.

A raíz de este asesinato, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) emitió un llamado a la Federación, por lo que parecía ser una evidente colusión de las autoridades estatales con el crimen organizado en la zona de Tanhuato.

Por el asesinato de Garibay García, fue arrestado el líder de autodefensas de Yurecuaro, Enrique Hernández Salcedo, en mayo del 2014 y quien posteriormente se convirtió en candidato del Partido Morena en ese municipio, pero fue asesinado apenas hace una semana, y se presume que el homicidio tuvo que ver con conflictos con grupos criminales de la zona.

Durante el tiempo que estuvo detenido, Hernández Salcedo declaró ante la CEDH haber sido arrestado acusado de participar en el asesinato de García Garibay, pero esto con el objetivo de evitar que el grupo de autodefensa que el lideraba pudiese penetrar a Tanhuato.

Declaró haber sido detenido por agentes ministeriales antes de ser consignado al Cereso David Franco Rodríguez y haber sido sometido a tortura, lo que derivó en la perdida de la audición en uno de sus oídos.

Junto con Hernández Salcedo, otras cuatro autodefensas fueron detenidas, uno de los cuales habría perdido la vida en el proceso de tortura, pero su cuerpo no fue entregado a ninguna autoridad y habría sido dejado en Yurecuaro.

Los daños físicos sufridos por Hernández Salcedo y por los otros autodefensas que lo acompañaron, fueron certificados por el médico de la CEDH, así como por el director de quejas y Seguimiento de la Comisión, Lorenzo Corro Díaz, quien constató que las lesiones eran graves en los oídos, el cuello y las vías respiratorias, así como diversas contusiones en el cuerpo, lo que incluso incidió en que el propio director del Cereso se haya negado inicialmente a recibirlo, dadas las malas condiciones físicas que tenía al llegar.

Hernández Salcedo refirió a la CEDH que fue detenido sin orden de aprensión por policías ministeriales, al mando de un funcionario de la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) al que identifico como “El Yanqui”.

Ahí se le exigió una confesión por el asesinato del edil, pero al negarse a ello, fue subido a una camioneta, donde los agentes le colocaron una bolsa en la cabeza, se le arrojó agua para sofocarlo, le golpearon los oídos y le propinaron una golpiza, por lo que perdió el conocimiento en varias ocasiones, mientras el vehículo continuaba en movimiento.

Este testimonio se hizo público en pocos medios de comunicación hace un año, y generó un llamado de alerta por parte de la CEDH hacia la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CEDH), dada la evidencia de que autoridades estatales incurrieron en actos de tortura, para inculpar a los autodefensas por el asesinato del edil de Tanuato.

No obstante, este no trascendió más allá del ámbito estatal, y hoy Hernández Salcedo está muerto, Tanhuato continúa en el abandono y nuevamente es el blanco de enfrentamientos y una ola de violencia.

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