Museo Barroco se construye en predio con problemas jurídicos
Por El Heraldo de Puebla | Martes, Mayo 26, 2015
Engaña RMV diciendo que el MIB no tiene problemas jurídicos.
*Crece a 9 mil 23 millones la inversión a pagarse en 23 años; no fueron 500, sino 1,743 millones autorizados por BANOBRAS a fondo perdido. ¿Quién detiene a “Rafabala”?
*La extensión de 18.5 hectáreas presenta problemas jurídicos, existiendo una escritura privada, real, legítima, que demuestra que el dueño es un particular, no la administración estatal. ¿Por qué no se midió con la misma vara al Tecnológico de Monterrey?
Desde que el Gobernador panista de Puebla anunció que construiría el Museo Internacional Barroco en el EcoParque Metropolitano, incurrió en un engaño a la ciudadanía, a los concesionarios, al Gobierno federal y en un fraude gigantesco, pues el predio, aparte de estar inmerso en problemas jurídicos, pertenece a un particular, de acuerdo a la existencia de una escritura real, legítimamente registrada.
Es decir, los constructores concesionarios de La Peninsular del Grupo HERMES, HIGA e Interacciones deben reflexionar que compraron un pleito que dirimirán los Tribunales. Necesitan comprender que fueron engañados, pues nunca les dijo Moreno Valle Rosas que el terreno no es suyo ni del Gobierno del Estado, sino de un empresario al que despojó, con el agravante de que no se midió con la misma vara al Tecnológico de Monterrey, a pesar de que está instalado en una extensión adyacente a lo que era Valle Fantástico.
Cuando explote el cohete, las repercusiones alcanzarán niveles nacionales e internacionales.
Poco antes de entregar la Presidencia de la República, Felipe Calderón Hinojosa fue a Puebla para inaugurar lo que sería el EcoParque Metropolitano, pero poco después avaló el cambio de planes para edificar el MIB, proyecto encargado al Arquitecto japonés ToyoIto, dejándoles pingües ganancias, incluyendo la campaña de “Rafabala” a la Presidencia de la República.
Les valió un carajo el sentir ciudadano. Primero las conveniencias del poder.
En ese entonces se habló de una inversión ficticia de 1,390 millones de pesos.
Meses después, exactamente el 29 de agosto de 2014, Moreno Valle invitó al titular de BANOBRAS, Alfredo del Mazo Maza,a colocar la primera piedra, dando a conocer que el Gobierno Federal aportaría 500 millones de pesos a fondo perdido, a través del FONADIN (Fondo Nacional de Infraestructura), para arrancar la obra cultural, coronando su espectacular perorata afirmando que un importante consorcio, que es de todos conocido, sería el encargado de realizarla, después de haber ganado “limpiamente” la licitación. Obviamente se refería a La Peninsular, asociada con HIGA e Interacciones.
Hoy se sabe que no fueron 500 millones a fondo perdido, sino 1,743 que entregó BANOBRAS, que sumados a los $7.280 a los que se disparó la inversión, suman un total de 9,023 millones de pesos, que tendrá que pagar el Gobierno de Puebla, con el dinero de impuestos ciudadanos, a la constructora beneficiada durante 23 años. Es decir, las finanzas poblanas están endeudadas fácilmente por los próximos 4 sexenios. El pago anual será de 269 millones, lo que equivale a 22.4 millones de pesos mensuales, representando la monstruosa inversión casi tres años de presupuesto del Ayuntamiento de Puebla, como se refirió en la información publicada ayer en El Heraldo.
¿Quién está detrás de Moreno Valle?
¿Quién lo protege?
¿Por qué la facilidad para autorizar 1,743 millones a fondo perdido?, lo que significa que el dinero no se volverá a ver ni se sabrá cómo se utilizó.
El Gobernador surgido del PAN tiene la obligación de explicar el fraude, que no sólo comete a costa de los ciudadanos, sino también a la administración federal y al dueño absoluto del predio que es un destacado empresario.
Las obras de tablaroca continúan a puerta cerrada y no hay acceso, sólo con identificación del Gobierno estatal.
Los poblanos tendrán que esperar el anuncio de cómo se llenará el espacio del MIB, que puede ser con el saqueo a templos y museos del Estado o bien, contratar exposiciones de otras partes del mundo que cuestan un dineral, pero que ya están comprometidas de acuerdo a una agenda especial.
Lo más seguro es que entre esos muros de tablaroca, los incautos que tengan la ocurrencia de asistir, verán obras de arte, pero de manera virtual a través de pantallas. De ser así, sería mejor contratar una línea de televisión privada y gozar con History Channel.