Sustituyen a funcionarios de casilla del PRD en 8 de 16 distritos

Por La Jornada de Oriente | Jueves, Mayo 28, 2015

No solamente el PAN sufrió el rasurado de sus funcionarios de casilla por parte del grupo morenovallista, sino también el PRD. En ocho de los 16 distritos del estado fueron sustituidos los representantes perredistas ante el Instituto Nacional Electoral (INE), sin que la dirigencia local del partido del sol azteca fuera enterada y pudiera hacer algo para revertir esa decisión, todo con el propósito de operar un cambio de la estructura de comisionados que fungirían en los centros de votación en la jornada del 7 de junio.

Tal situación plantea que el grupo morenovallista está basando sus expectativas de triunfo en una enorme movilización el día de los comicios para comprar miles de votos, razón por la cual era necesario sustituir a miles de representantes del PAN y el PRD en las casillas que podían significar un obstáculo para llevar acabo las maniobras de alquimia electoral.

La forma en que se operó la sustitución de representantes del PRD ante el INE y ante las casillas se dio de la misma manera que en el PAN, consistente en que la orden de cambio se generó en las cúpulas nacionales de ambos partido y ante el Consejo General del Instituto Nacional Electoral en la ciudad de México, sin que se tomara en cuenta en lo más mínimo a los dirigentes locales de ambas agrupaciones partidistas.

El PRD sufrió el cambio de representantes en los cuatro distritos de la ciudad de Puebla, así como en San Martín Texmelucan, Tepeaca, Teziutlán y Zacapoaxtla. Quienes los sustituyeron son personajes controlados por los morenovallistas, y éstos a su vez se dieron a la tarea de remover a cientos de perredistas.

La diferencia de lo que pasó en el PAN y el PRD es que en el primer partido la dirigencia local, encabezada por Rafael Micalco Méndez, ya muestra un abierto hartazgo por los abusos de los morenovallistas, razón por la cual alzó la voz contra la arbitratoria sustitución del personal de las casillas y está buscando que el presidente nacional del albiazul, Gustavo Madero Muñoz, responda por ese atropello.

En cambio, en el PRD hubo un silencio cómplice o de miedo de Socorro Quezada Tiempo, la presidente del partido, quien en las últimas semanas ha desaparecido de la escena pública y no ha ventilado la manipulación que de la estructura del instituto del sol azteca ha realizado Luis Maldonado Venegas, el ex secretario general de Gobierno y quien ahora es el encargado de dominar a dicha agrupación.

Se sabe que grupo morenovallista le pidió directamente a Carlos Navarrete, el presidente nacional del PRD, la sustitución de los representantes perredistas en ocho distritos de Puebla, y éste a su vez le pasó la lista a Pablo Gómez Álvarez, quien funge como comisionado ante el Conejo General del INE y se encargó de solicitar los cambios en cuestión.

Más allá de los abusos cometidos por los morenovallistas contra el PAN y el PRD, lo relevante es analizar por qué se ha tenido que llegar a la maniobra de sustituir a miles de representantes de casillas.

La realidad que se impone es el supuesto trabuco que significaba el aparato electoral del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, que hace un par de meses tenía como expectativa ganar un mínimo de 13 distrito u obtener el “carro completo”, ha venido naufragando.

A 10 días de la elección, el panorama es de alta complejidad para los morenovallistas, pues en al menos 13 distritos los candidatos del PAN registran una baja notable en sus índices de preferencias electorales o tienen muy cerca a sus competidores.

El desgaste de la figura de Moreno Valle, la desigual distribución de la obra pública del gobierno del estado, la represión contra críticos del gobernador, el crecimiento de la inseguridad, así como los fiascos y abusos cometidos con temas como el metrobús, los verificentros, la privatización del agua potable y el retiro del registro civil de las juntas auxiliares, le están pasando la factura a los abanderados del albiuazul.

Ante tal situación, en estos momentos los morenovallistas tienen como única alternativa para evitar un triunfo masivo del PRI y de Movimiento Ciudadano en Cholula, detonar una enorme operación de movilización electoral, así como de compra de votos y de los representantes de casillas de las fuerzas opositoras, para de esa manera alterar la voluntad popular.

Por esa razón para el domingo 7 de junio nos debemos preparar a presenciar una descarada, cínica y abusiva compra de votos en la mayoría de los distritos, ya que los morenovallistas saldrán a ganar por los buenas o por las malas, aunque todo indica que dominarán las malas maneras.

Si los priistas logran demostrar tener una estructura activa y sólida, dentro de dos domingos habrá un choque de grupos del PRI y de los panistas morenovallistas. Un destacado dirigente del tricolor definió así las cosas: “Será un enfrentamiento de putazos contra putazos”, lo cual puede derivar en una peligrosa ola de violencia.

Aunque para ser realistas, esa violencia ya comenzó, pues la manera en que fueron echados los representantes panistas y perredistas fue un auténtico agandalle.

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