Micalco podría quedarse al frente del PAN estatal un periodo más

El empeño por descarrilar a Rafael Micalco de la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional llevó al gobernador Rafael Moreno Valle a sumar una derrota política más, desde que incumplió la cuota ofrecida a Gustavo Madero Muñoz de 13 distritos ganados.

La pérdida de 9 de las 16 diputaciones federales en disputa frente al Partido Revolucionario Institucional (pri) abrió un nuevo frente entre el mandatario poblano con la dirigencia nacional de su partido, en manos de Madero, con quien había acuerdos de corto plazo y cuya fecha de caducidad venció el primer domingo de junio.

El sábado 27 que sesionó el Consejo Nacional —máximo órgano de dirección panista—, para conformar la comisión que organice la contienda interna para el relevo de la dirigencia, los promotores incondicionales del morenovallismoen Puebla para ocupar la silla de Micalco terminaron por haber lanzado un escupitajo al aire, con las consecuencias imaginables.

No sólo no se fijó la renovación del Comité Estatal en Puebla en agosto, sino que el actual jefe estatal panista podría asegurar un periodo estatutario más a partir de diciembre de este 2015, lo que lo colocaría al frente del periodo de selección del candidato a suceder a Moreno Valle en 2016.

Esa sola posibilidad obligará al gran elector del panismo a ceder espacios de poder desde una condición menos ventajosa al del periodo electoral de este 2015, en el que decidió en forma unilateral las 16 candidaturas panistas, además de las de Nueva Alianza y de manera parcial en el prd.

En la vida interna panista, el no solo se tiene como eje articulador la pérdida de la mayoría de las diputaciones el enfriamiento de la relación Madero-Moreno Valle. Un ingrediente adicional ha sido el zarandeo político y mediático al que de manera  sistemática ha sido sometido Rafael Micalco.

Pero además la intervención directa de Madero Muñoz para atajar ese ataque feroz alcanzó a otro activo vulnerable del panismo ortodoxo, Eduardo Rivera Pérez, el ex presidente municipal de la capital y a quien el grupo dominante le ha dado estatura de rival en la próxima interna en Acción Nacional.

No será una semana fácil para quien desde Casa Puebla supuso un enemigo cómodo al dirigente estatal del partido del que ha pretendido dominar sin contrapesos. La debilidad política evidente llega en un periodo político turbulento por el destape anticipado de Margarita Zavala.

Rafael Micalco acaba de marcar un tanto importante y significativo frente al equipo de mandatario poblano que lo deja en desventaja y en el ridículo en la escena nacional. La capacidad de operación perdió brillo no sólo en el área doméstica pues en su condición de aspirante a la candidatura presidencial los yerros sucesivos lo hacen ver como un perdedor recurrente.

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