A Jorge Aguilar solo le falta limar asperezas con Gali para ser el candidato del PAN en la capital

Por La Jornada de Oriente | Martes, Noviembre 21, 2017

Fermín Alejandro García/Cuitlatlán/La Jornada de Oriente

Jorge Aguilar Chedraui enfrenta una circunstancia muy peculiar: se encuentra muy cerca y muy lejos, a la vez, de poder obtener la candidatura panista a la alcaldía de la ciudad de Puebla, una postulación que ha perseguido los últimos cuatro años. El presidente del Congreso local no enfrenta rivales fuertes por la nominación, tiene buenos índices de conocimiento en el electorado y cuenta con el aval del ex mandatario Rafael Moreno Valle Rosas. Sin embargo le falta lo más importante: limar esperezas con el gobernador José Antonio Gali Fayad.

En el grupo morenovallista hay algo claro: tal vez el gobernador José Antonio Gali Fayad no va a poner a los abanderados del Frente Ciudadano por México a los cargos de elección popular más importantes que estarán en juego en los comicios de 2018, pero si tendrá capacidad de vetar a los político que no deben ser candidatos.

Y hasta ahora, quien estaría a la cabeza de los vetados por Gali Fayad se encuentra el también líder se la fracción del PAN en el Poder Legislativo local.

Jorge Aguilar en el presente es visto, dentro de la facción morenovallista, como la mejor carta para competir por la alcaldía de Puebla. Una prueba de ello, es que no hace mucho se incorporó al equipo del líder del Congreso un personaje llamado Alfredo Pulido, quien se hará cargo de sus relaciones con la prensa y es un enviado de la cúpula del grupo político de Rafael Moreno Valle Rosas.

Por esa razón se sabe que Jorge Aguilar está desplegando un intento de emprender un proceso de conciliación con el gobernador Gali Fayad, un esfuerzo cuyo resultado se tendrá que producir antes de que concluya el presente año.

La principal dificultad que enfrenta el ex secretario de Salud y actual diputado local es que, desde el año 2012, se le percibe como el autor del llamado “fuego amigo”, es decir el generador de intrigas y conflictos, en contra de Gali Fayad dentro del grupo morenovallista.

Aguilar Chedraui intentó ganarle a Gali la candidatura a alcalde en 2013 y luego la de gobernador en 2016, y como parte del intento de bloquear, de derribar, a su contrincante, en la elección federal de 2015 contribuyó a provocar la derrota de todos aquellos candidatos a diputados federales que eran del grupo de José Antonio Gali Fayad.

El agravio que en el grupo político de Gali Fayad se tiene hacia Jorge Aguilar es muy fuerte y es lo que, por ahora, frena las aspiraciones del presidente del Congreso local de ser el próximo candidato a la alcaldía de Puebla de parte de la corriente morenovallista.

Va a la cabeza por descartes

Las altas posibilidades del presidente del Congreso de ser candidato sería resultado del sistema de descartes, puesto que se han apartado de la contienda –o eso parece ser– quienes le podían ganar la contienda por la nominación panista.

Hasta hace unas semanas, el favorito a la postulación era Mario Riestra Piña, pero su salida del ayuntamiento de Puebla en donde se desempeñaba como secretario general se ha interpretado como el hacerse un lado de la lucha por ser el próximo candidato del PAN.

También se había especulado que, por una propuesta de Ricardo Anaya Cortés, el presidente nacional del PAN, se estaba examinando la posibilidad de que Martha Erika Alonso Hidalgo fuera candidata a la alcaldía de la capital en lugar de buscar la postulación a la titularidad del Poder Ejecutivo estatal. Sin embargo, se sabe que entre los morenovallistas existe la posición inalterable de que su única aspirante a la gubernatura es la esposa de Rafael Moreno Valle Rosas y actual dirigente albiazul.

Otro aspirante a la candidatura era –es– David Villanueva, el auditor general del estado, quien nunca ha manifestado que esté buscando la nominación, pero se sabe que es bien visto por los líderes del morenovallismo. Hasta ahora, todavía no se percibe que el encargado de fiscalizar las finanzas de los poderes públicos del estado busque salir a buscar la postulación panista.

Una posibilidad más era que los morenovallistas hicieran las paces con Eduardo Rivera Pérez, ex alcalde de la ciudad de Puebla y líder del panismo tradicional. Y entonces el ex edil fuera, por segunda vez, candidato a la alcaldía.

Rivera se ha encargado de rechazar esa posibilidad al aseverar que la actual dirigencia del PAN, encabezada por Martha Erika Alonso, ha solapado la persecución que ha enfrentado en los últimos tres años y lo mantiene en “la banca” de la participación partidista.

Frente a este escenario, pareciera que Jorge Aguilar ya no tiene rivales para acceder a la candidatura a la alcaldía de Puebla.

Sin embargo, queda la incógnita de saber si Gali le dejará pasar como candidato. Si no le levantan el veto, podría ser el fin no sólo de sus aspiraciones de aparecer en las boletas electorales de 2018, sino de las posibilidades que su carrera política siga creciendo.

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